viernes, 19 de marzo de 2010

ESTUDIOS RESUMIDO SOBRE LA PASCUA IMPORTANTE CONOCER . GLADIS NOEMI BARRIA

La pascua de Ex. 12 se refiere: (1) al acontecimiento histórico original de la liberación de Israel de la esclavitud egipcia; (2) a la posterior conmemoración institucional periódica de dicho acontecimiento (Mishnah Pesah\im). Íntimamente ligados, aunque independientes, están (3) la prohibición de la levadura, que simbolizaba el apresuramiento de esa inolvidable noche del éxodo, y (4) la posterior dedicación de los Primogénitos, con las ofrendas correspondientes, que conmemoraban a los primogénitos divinamente protegidos en las casas con la sangre rociada. Es muy posible que Moisés haya adoptado costumbres ceremoniales más antiguas, el pan sin levadura era un festival agrícola, la pascua una fiesta nómada y pastoril. Originariamente la pascua puede haber tenido vínculos con la circuncisión, la demonolatría, el culto a la fertilidad, o la oblación por los primogénitos. Hasta el 70 d.C. la pascua se celebró en Jerusalén, en cualquier casa dentro de los límites de la ciudad, y en grupos pequeños; al cordero se lo mataba ritualmente en el recinto del templo. Cuando tanto el templo como la nación palestina fueron destruidos por la guerra, la pascua inevitablemente se convirtió en ceremonia doméstica.

Los samaritanos siguen observando en forma meticulosa su antiguo rito pascual israelita anualmente en el monte Gerizim, en absoluta conformidad con el Pentateuco, celebrando la pascua y la fiesta de los panes sin levadura en forma completamente separada. A diferencia de los judíos, siguen utilizando un cordero. Ahora se utilizan las laderas de Gerizim, ya que la cumbre ha sido profanada ritualmente por un cementerio musulmán. Apoyan sus pretensiones leyendo, como variante, "Gerizim" en lugar de "Ebal" en Dt. 27.4 y también relacionando Dt. 12.5, 14; 16.6 con Gerizim, y no con Sión. Durante un tiempo hubo un templo samaritano rival en Gerizim, aunque se discuten las fechas precisas en que funcionó.

I. En el Antiguo Testamento

Ex. 12, punto natural para comenzar el estudio, sugiere las siguientes consideraciones principales.

1. Pascua (heb. pesah\) proviene de un verbo que significa "pasar por alto", en el sentido de "perdonar, excusar" (Ex. 12.13, 27). Este significado proporciona un sentido excelente; no es necesario desestimar el punto de vista tradicional y antiguo de que Dios literalmente pasó por alto o por encima de las casas de los israelitas que estaban marcadas con la sangre rociada, mientras que hirió a los primogénitos en las casas de los egipcios

2. 2. Abib, luego llamado Nisán, el mes en que maduran las espigas y el de la primera pascua, se estableció, en consecuencia, como el primer mes del año judío (Ex. 12.2; Dt. 16.1; Lv. 23.5; Nm. 9.1–5; 28.16).

3. ¿Fue habitualmente un cordero la víctima pascual, como se cree popularmente? En Dt. 16.2 la elección del tipo de animal es incuestionablemente más amplia; en Ex. 12 depende de la exégesis. Se restringe la palabra hebrea sŒeh (v. 3) a las categorías de la oveja y la cabra, sin tener en cuenta la edad; Se restringe más todavía al cordero o al cabrito. No hay acuerdo total en cuanto al significado de la frase ben-sûaµnaÆ (v. 5), literalmente "hijo de un año". Para algunos esto significa primal, de 12–24 meses de edad, un animal plenamente desarrollado. Pero la exégesis tradicional, que toma los 12 meses como el límite superior, no el inferior, no ha sido enteramente refutada. Las indicaciones talmúdicas parecieran limitar la legitimidad de la víctima para la pascua a las familias de la oveja y la cabra, apoyándose en Éxodo más que en Deuteronomio. La elección entre cordero o cabrito, cordero o cabra, recibe corroboración várias veces, pero no cabe duda de que tomando las referencias en conjunto se establece una cierta preferencia por el cordero. Una disposición excluye al animal hembra, o al macho que ha sobrepasado los dos años, lo cual aportaría apoyo tácito a la interpretación del primal. Mas un pasaje contradictorio declara categóricamente que el sacrificio de la pascua es válido a partir del octavo día de vida. Si el uso universal del cordero no puede demostrarse con seguridad sobre la base de la Escritura o el Talmud, por lo menos está claro que dicha práctica fue fuertemente sancionada por el uso consuetudinario. Resulta interesante y significativo que los samaritanos, siguiendo antiguos precedentes, continúen sacrificando un cordero en las laderas del monte Gerizim hasta el día de hoy.

4. En la noche de la pascua en Egipto, los dinteles y los parantes de todas las puertas israelitas fueron rociadas (apotropaicamente, sugieren algunos) con la sangre de la víctima. La sangre se llevaba en un tazón, hebreo saf, versículo 22, "lebrillo" (palabra que también podría significar "umbral", con un pequeño cambio exegético), y se aplicaba con un hisopo, o sea el follaje de la mejorana, emblema común de pureza.

5. La frase "entre las dos tardes" en Ex. 12.6 (también Ex. 16.12; Lv. 23.5; Nm. 9.3, 5, 11) ha recibido dos interpretaciones diferentes, según prácticas comunitarias diversas: ya sea entre las 3 de la tarde y la puesta del sol, como sostenían y practicaban los fariseos; o, como sostenían los samaritanos y otros, entre la puesta del sol y la hora en que oscurece. La primera interpretación, como lo señala Edersheim, proporciona más tiempo para la matanza de los innumerables corderos, y probablemente sea la más acertada.

6. Ex. 12.43–49 excluye a los gentiles de la participación en la pascua, pero no a los prosélitos, naturalmente, de los que se esperaba que cumpliesen plenamente; incluso se las obligaba a hacerlo.

Todo el dramatismo y el sentido interior de Ex. 12 está contenido en diecisiete palabras griegas cargadas de significación en He. 11.28.

La pascua de Dt. 16 difiere en importantes sentidos menores de la de Ex. 12. Ha desaparecido el hincapié que se ponía en la sangre; una ceremonia esencialmente doméstica se ha convertido en un sacrificio más formal, que se cumple en un santuario central, con una elección más amplia de victimas; el versículo 7 estipula que se deberá cocer el animal, no asarlo; la pascua y el pan sin levadura, denominado aquí pan de aflicción, están más integralmente vinculados que en Éxodo. Se trata de evolución, el acontecimiento se transforma en institución, no en contradicción; más todavía, se acerca más a lo que registra el NT en relación con la pascua. No es necesario suponer un gran lapso entre los pasajes; el cambio de las circunstancias puede haber sido anticipado proféticamente en el período del desierto. Se registra incluso que se instituyó una segunda pascua, que se celebraba un mes más tarde, para beneficio de los que estaban levíticamente impuros en el momento de la celebración de la primera (Nm. 9.1–14).

La pascua se celebraba en los llanos de Jericó durante la conquista (Jos. 5.10s). En las celebraciones de Ezequías (2 Cr. 30.1–27) y Josías (2 Cr. 35.1–19), se considera que el lugar apropiado es el templo de Jerusalén. La ceremonia de Ezequías aprovecha la segunda pascua legítima mencionada antes, porque la gente no está congregada en Jerusalén, y los sacerdotes no se encuentran en estado de pureza levítica, en la fecha más temprana. La breve referencia de Ezequiel (45.21–24) trata de la pascua en el templo ideal concebido por él. Los tres puntos de interés son la participación más plena del líder secular, el hecho de un sacrificio por el pecado, y la total transformación de la celebración familiar en ceremonia pública. Las víctimas que se especifican incluyen novillos, carneros, y cabritos. Las prescripciones de Deuteronomio están considerablemente ampliadas, aunque no se trata de un esquema nuevo

La práctica judaica en los últimos días del templo herodiano se refleja en el tratado denominado Pesah\im de la Misná. El pueblo se reunía en grupos en el patio exterior del templo para matar las víctimas pascuales. Los sacerdotes se ubicaban en dos filas; en una fila cada uno de los sacerdotes tenía un tazón de oro, y en la otra un tazón de plata. El tazón que recibía la sangre del animal que moría se pasaba de mano en mano en un intercambio continuo hasta el otro extremo de la fila, donde el último sacerdote echaba la sangre en forma ritual sobre el altar. Todo esto se hacía al tiempo que se cantaba el Hallel (Sal. 113–118). Los grupos celebrantes generalmente constituían unidades familiares, pero también existían otros vínculos, tales como el que ligaba a nuestro Señor a sus discípulos.

II. En el Nuevo Testamento

En la época neotestamentaria, todos los israelitas varones debían concurrir a Jerusalén tres veces por año, para la fiesta de la pascua, la de las semanas o Pentecostés, y la de los tabernáculos. Incluso los judíos de la dispersión a veces cumplían; la población temporaria de la ciudad santa (los que se hallaban presentes en el momento de Pentecostés en Hch. 2) podía llegar hasta casi los tres millones según Josefo, cifra limitada en forma más realista a 180.000 por J. Jeremias. Después de buscar a la luz de las velas rastros de la levadura prohibida, además de otros preparativos minuciosos (Mr. 14.12–16 y paralelos), la cena pascual misma se comía en posición reclinada. Incluía los elementos simbólicos siguientes: cordero asado, pan sin levadura, hierbas amargas, algunos condimentos menores, y cuatro copas de vino en momentos determinados. El lavado ritual de las manos se observaba cuidadosamente. La mesa (más probablemente el piso) se limpiaba antes de la segunda copa de vino, se relataba la historia de la pascua egipcia y el éxodo en un diálogo entre padre e hijo (o sustitutos adecuados). Luego se volvían a traer los platos de comida, se cantaba parte del Hallel, seguido esto por la segunda copa de vino. Luego se procedía a partir el pan. En la última Cena probablemente fue a esta altura que Judas recibió el pan mojado, y salió a la oscuridad de la noche con el propósito de traicionar a su Maestro (Jn. 13.30). En esa noche fatídica, puede suponerse que la institución de la Cena del Señor o eucaristía estuvo asociada con la tercera copa de vino. El canto del Hallel se completaba con la cuarta copa, seguramente el himno de Mt. 26.30. Se supone aquí que la última Cena coincidió con la pascua reglamentaria, a pesar de las negativas de ciertos opositores. Hay quienes postulan una pascua anticipada, veinte horas antes de que fuesen muertos los corderos, y sostiene que a la hora correspondiente Jesús moría o había ya muerto. Otros sugieren una qiddush pascual, o comida ritual de purificación celebrada con anticipación. Otros arguyen detalladamente en el sentido de que la última Cena era justamente la pascua, que se celebró el 14 de Nisán, el día antes de la crucifixión, que no hay contradicción alguna entre los sinópticos y el cuarto evangelio, cuando los pasajes pertinentes se analizan correctamente. La pasión, dice, ha de fecharse alrededor del 6 de abril del año 30 d.C. Se encontrarán otras interpretaciones en diversos comentarios corrientes.

El simbolismo, "Cristo nuestra pascua", "Cordero de Dios", resulta familiar por su uso en el NT. Hemos visto que el cordero tradicional, si no puede demostrarse en todos los casos, tiene precedentes amplios. Se afirma en Ex. 12.46 y Nm. 9.12 que ningun hueso de la víctima pascual ha de ser quebrado. Este pequeño detalle se cumple tipológicamente cuando se aplica reverentemente al Crucificado (Jn. 19.36).

Después de la destrucción del templo de Jerusalén en el 70 d.C. cesó toda posibilidad de matar las víctimas en forma ritual, y la pascua judía se transformó nuevamente en la fiesta familiar que fuera en los primeros tiempos: la rueda había completado el círculo. Mientras que la iglesia y la sinagoga habrían de seguir caminos separados finalmente, el hábito de celebrar la pascua habría de continuar entre ciertos cristianos por un tiempo, particularmente entre los de origen judío o los prosélitos. Pero la Cena del Señor vino a remplazar al mandato judío, así como el bautismo remplazó a la circuncisión

Mayordomos al servicio de Dios

Sé que hay una relación directa entre la fidelidad de un corazón rendido a Dios y Su propósito: él se muestra en cada circunstancia de nuestra vida a medida que caminamos más junto a él.

Me he ahorrado mucho sufrimiento y he recibido regalos que no merezco solo por seguir los caminos de Dios. Quiero animarte a serle fiel a él aun en medio del dolor o de tus circunstancias difíciles:

Se fiel donde estás - se fiel en la visión de otros y Dios te apoyará en tu visión. "Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano". 1 Corintios 15:58 (NVI)

"Al que cuida bien lo que vale poco, también se le puede confiar lo que vale mucho. Y el que es deshonesto con lo de poco valor, también lo será con lo de mucho valor. Si a ustedes no se les puede confiar algo que vale tan poco como el dinero ganado deshonestamente, ¿quién les confiará lo que sí es valioso? Y si no se les puede confiar lo que es de otra persona, ¿quién les dará lo que será de ustedes?" Lucas 16:10-12 (BLA)

Aprende todo lo que puedas - No tengas vergüenza de preguntar.
"Los que aman el conocimiento siempre buscan aprender más; pero los ignorantes hablan y sólo dicen tonterías". Proverbios 15:14 (Biblia Lenguaje Actual)

Conócete a ti mismo - atrévete a hacer cosas q nunca has hecho para lograr metas que nunca alcanzaste
Sólo Dios tiene derecho a decirte quién eres, pues Él te fabricó. En Salmos 139.13-17 dice: "Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. ¡Cuán preciosos, ohDios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!"

Se fiel con lo poco que hoy tienes, y Dios te pondrá sobre mucho.

lunes, 8 de marzo de 2010

Debemos hacer tesoros!!!!

Es conocido por todos los cristianos que en el corazón del hombre hay un espacio para lo espiritual. Dios nos ha creado con un espíritu que necesita conectarse con Él. Esto es así porque "Dios ha plantado la eternidad en el corazón de los hombres" (Eclesiastes 3:11).

Es por esto que nunca encontraremos felicidad plena aquí en la tierra. No somos felices aquí porque este no es nuestro hogar. No somos felices aquí porque pertenecemos a otro Reino.

Somos "como extranjeros y forasteros en este mundo" (1 Pedro 2:11, NVI). Estamos de paso en este mundo, anhelando, junto con la Creación, la manifestación del Hijo de Dios.

Por eso Jesús nos dice que más bien nos preocupemos en hacer tesoros en los cielos (Mateo 6.19-20), los cuales permanecen para siempre. También se nos exhorta a buscar siempre las cosas de arriba y concentrar nuestra atención en las cosas del cielo, no las de la tierra (Colosenes 3.1-4).

Nunca serás feliz del todo sobre la tierra simplemente porque no fuiste hecho para la tierra. Por supuesto que tendrás momentos de gozo y plenitud. Conocerás momentos o hasta días de paz. Pero no son comparables con la felicidad que se encuentra más adelante.

Mira lo que nos dijo Jesús: "No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Esa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, porque Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad". Juan 6:27 (Biblia en Lenguaje Sencillo).

Con esto no estoy diciendo que se entreguen al abandono y dejen de trabajar, sino que presten principal atención a Dios, porque es en Él que está nuestra felicidad. Las cosas de este mundo no nos pueden hacer felices eternamente, así que no pongamos nuestra felicidad en nuestro trabajo, pareja o cosas materiales porque el único que nos puede hacer felices por siempre es Nuestro Padre. Mateo 6.33 dice: "Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas".

Así que,Jesús te dice hoy: "No te preocupes. Confía en Dios y confía también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Tú conoces el camino para ir a donde yo voy" Juan 14:1-4 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

Sea cual sea tu situación actual, recuerda que "somos ciudadanos del cielo y esperamos que de allí vuelva nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Nuestros débiles cuerpos serán destruidos, pero él los transformará en cuerpos grandiosos como el suyo. Esto lo hará con el mismo poder con que controla todo el universo". Filipenses 3.20-21 (BLS)